El gigante asiático se encuentra hoy a la cabeza de las comunicaciones. La clave de esta ventaja reside en que es el primer país en enviar un satélite contra espionaje al espacio. La página web del diario 20Minutos así lo recoge. Se trata del ProyectoQUESS, siglas en inglés de Experimentos Cuánticos a Escala Espacial, según informa El Mostrador. Micius, nombre del satélite, fue lanzado desde el Centro de Lanzamientos de Satélites Jiuquan, en el desierto de Gobi. La novedad reside en el uso de la física cuántica para blindar las comunicaciones, informa la BBC. Mediante pares de fotones indivisibles y a prueba de clonación, las conversaciones a través de Micius serán altamente seguras. Calificadas a prueba de intervención, resulta imposible que sean espiadas. En la misión trabajan importantes ingenieros de la talla de Wang Jianyu, Pan Jian-Wei y Anton Zeilinger. En QUESS, China colabora conjuntamente con Austria.
Una revolución en la comunicación
El primer satélite cuántico ha sido lanzado desde el desiertode Gobi, del Centro de Lanzamientos de Satélites Jiuquan. Los responsables a la cabeza de esta novedad de las comunicaciones son China y Austria. Micius, llamado así en honor al científico y filósofo chino, pesa más de 600 kilos. La ambiciosa misión ha costado dos años de duro trabajo a los ingenieros y físicos. Pero lo importante es que supondrá una revolución en el área de las redes de comunicación. El terreno militar, gubernamental y financiero están muy pendientes del programa. Y con ellos países como Estados Unidos o la propia Unión Europea. Éstos ya disponían de la física cuántica para las telecomunicaciones, pero sus redes no se extendían más de 500 kilómetros. Por ello, el físico PanJian-Wei y su equipo han creado un prodigio de la tecnología capaz de construir una red mayor. Concretamente, el satélite cubrirá 2000 kilómetros.
Funcionamiento del satélite Micius
El Proyecto QUESS aplica conceptos de la física cuántica descrito por Albert Einstein. La idea principal es minimizar el debilitamiento de la comunicación a mayor distancia. A través del espacio, la distancia no afecta a la señal. Una vez en el espacio, QUESS lanzará pares de fotones entrelazados cuánticamente. Esto significa que serán partículas de luz más pequeñas que los átomos, cuyas propiedades dependen una de la otra. Una unidad de dicha dupla irá a China y otra a Austria. Dichos fotones contendrán claves de encriptación necesarias para la decodificación de la información. Si alguien intenta intervenir la comunicación, la clave cambiará y los datos a los que daba acceso se autodestruirán. Por ello se habla de Micius como un satélite a prueba de espionaje. Por ello, el millonario proyecto es seguido no solo por la comunidad científica. También las agencias de seguridad y espionaje están interesadas en el desarrollo.
Una ansiada tecnología
El ciberespionaje ha sufrido un gran desarrollo en los últimos años. Las posibilidades que abre QUESS relativas a la encriptación de la información resultan muy interesantes. No solo para China, sino para todos los gobiernos. Estados Unidos, Canadá, Japón o la Unión Europea trabajan ya en proyectos similares, aunque no de tamaña envergadura. Se desconoce la inversión del país asiático, pero forma parte de un proyecto mayor de investigacióncientífica avanzada. Éste abarca desde la minería en asteroides hasta la manipulación genética. Se desconoce cuánto invirtió China en QUESS, pero es parte de una apuesta nacional masiva en investigación científica de avanzada, que abarca desde minería en asteroides hasta manipulación genética. Anton Zeillinger aseguró que “a la larga, hay altas probabilidades de que esto reemplace la tecnología de comunicaciones actual”. Pan Jian-Wei, la gran mente detrás de la misión, sentenció que “China está en la obligación de explorar lo desconocido”.